Desde que estás embarazada es posible que hayas notado un mayor apetito o quizá cierta predilección por algunos alimentos.

Esto es debido a que las necesidades de energía y nutrientes de la mujer aumentan en este periodo. Pero no debes agobiarte contando calorías. Tu apetito pautará las cantidades que tú y tu bebé necesitéis. Lo idóneo es que comas de todos los grupos de alimentos. A grandes rasgos tienes que garantizar el aporte de...
- Reservas de energía: en la fase inicial del embarazo, tu cuerpo acumula reservas de energía en forma de grasa. La razón es que serán necesarias para la etapa final, cuando el crecimiento del feto es más rápido.
- Ácidos grasos esenciales omega-3 y omega-6, indispensables para generar tejido nervioso y cerebral del futuro bebé.
- Calcio: imprescindible para la mineralización ósea del feto. Trata de tomar una cantidad extra para no extraerlo de tus propias reservas.
- Vitamina D es la que permite que el organismo utilice correctamente el calcio y se produzca la mineralización ósea.
- El hierro, básico para la oxigenación de los tejidos, el desarrollo de los músculos, y el volumen sanguíneo que irriga la placenta. Un aporte suficiente de hierro evita la aparición de anemia materna.
- Ácido fólico y zinc, ambos esenciales para la multiplicación celular y la formación de nuevas estructuras.
En Farmacia la Herradura conocemos la importancia de esto, por lo que podrás contar con nuestro asesoramiento durante el embarazo paso a paso.